viernes, 1 de julio de 2016

El feminismo en la India hecho película - "7 diosas"


El diario El País ha denominado a 7 Diosas como "una película de mujeres en un país de hombres", y no le falta razón: el 90% de los papeles femeninos de la industria cinematográfica hindú muestran a las mujeres como meros accesorios del héroe o el villano de la película. Para más datos que respalden este hecho, al director Pan Nalin le cerraron las puertas hasta 90 productoras en su país por el simple motivo de que su historia se centra en 7 mujeres normales y corrientes, con sus metas y dificultades.

La cinta arranca con una presentación de cada una de estas mujeres: Frieda, una fotógrafa de moda sin problema para dar su opinión; Mad, una cantante de Bollywood que desea sacar un disco propio; Joanna, aspirante a actriz de Bollywood medio inglesa que se niega a estar estereotipada; Lakshmi, criada de Frieda pero considerada como un miembro más de su familia; Suranjana, una ejecutiva perfeccionista y adicta al trabajo; Pammy, la cerebrito que dejó de lado sus metas para casarse y vivir de manera tradicional, y Nargis, activista y revolucionaria sin pelos en la lengua. Todas ellas se reúnen para celebrar la boda de Frieda, eje común del grupo, con alguna que otra sorpresa.

domingo, 15 de mayo de 2016

El thriller psicológico no es terror - "The Babadook".

Partiendo de este título tan contundente, voy a iniciar una especie de “sección”, por así decirlo, de este mi ocasionalmente desértico blog. Si vamos a tableros de opinión de ciertas películas erróneamente categorizadas como de terror, encontramos muchos comentarios de gente insatisfecha con lo que acaban de ver. Por supuesto, no es que yo tome demasiado en cuenta el consejo de personas que describen algo con palabras como “mierda” o “truño”, pero me da rabia que mucha gente se cierre en banda al thriller psicológico por este motivo. Aunque si lo único que esperas de una película de terror son sustos, screamers, jumpscares, sangre y violencia, de seguro te diré que no, este género no será para ti.

El thriller psicológico va mucho más allá. Explota ese miedo latente a nuestro propio cerebro, a la sugestión, al daño que los seres humanos somos capaces de infligir sin darnos cuenta. Suelen ser cintas más lentas, pues necesitan más tiempo para crear una atmósfera de agobio, y también se requiere especial atención a los detalles que luego encajarán para que entendamos el mensaje implícito en la trama. Precisamente esta “densidad” narrativa es la que espanta a muchos espectadores, que acostumbran a mantenerse despiertos en la butaca esperando el próximo susto.


miércoles, 9 de marzo de 2016

No salgas así vestida, no quiero que te violen.


¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? Lo único que encontramos tras esto es, sencillamente, puro amor de madre, ese instinto natural a protegernos siempre que puedan. Por supuesto, todas tenemos el derecho de vestir y de hacer con nuestro cuerpo lo que queramos, pero por desgracia tenemos que tener en cuenta que hay mucha gente que opina que no, que si llevas determinada ropa o tomas ciertas decisiones el derecho a decidir sobre tu propio cuerpo lo pierdes, automáticamente. Y, para más inri, las que sufrimos las consecuencias de esta injusticia somos nosotras.


Febrero de 2016, una mujer pierde el juicio en contra del hombre que abusó mental y físicamente de ella durante años. Se la fuerza a tomar una decisión: o continúa trabajando para él, o abandona su carrera. Este caso ha obtenido gran interés mediático ya que la mujer es conocida mundialmente, Kesha, mientras que el hombre en cuestión es un famoso productor musical de la compañía Sony, Dr. Luke. Si este tipo de injusticias ocurren en Estados Unidos, en el primerísimo primer mundo, ¿os imagináis las barbaridades que sufren a diario mujeres en países en los que no existen los Derechos Humanos? Sé que es difícil ponerse en una situación que no se ha vivido, pero con un poco de esfuerzo y una mirada a las noticias/información existente en internet todo se consigue.

miércoles, 20 de enero de 2016

El retorno de unas mentirosas que ya no son tan pequeñas


Para todos los fans de la serie teen de misterio por excelencia el pasado día 12 de enero sería una fecha muy señalada en sus calendarios. Después de meses de agónica espera, el estreno del capítulo 11 de la sexta temporada de Pretty Little Liars ha sido un calco del piloto que abría la serie allá por el 2010.

Primero me gustaría señalar los intentos de la productora, ABC, para alejarse del género teen y ampliar su público. Una de las claves es que las protagonistas han crecido, ya que se supone que han pasado 5 largos años desde lo ocurrido en el capítulo que dio cierre al misterio alrededor de A. El criminal que acecha ahora a la vecindad ya no juega: mata sin avisar por estúpidos mensajitos de texto.

El ritmo del capítulo 6x11 es similar al 1x01, como ya he dicho. Las chicas se reencuentran después de estar separadas durante años, se ocultan secretos, hay una desaparición y posteriormente un cadáver y un entierro. Entierro al que acude una vieja conocida de las chicas, para su desgracia. ¿Por qué vuelven? Porque Alison les pide su ayuda para sacar a su lunática hermana Charlotte/CeCe/Charles (a.k.a A) del centro de salud en el que estaba interna. Justo cuando pensábamos que habíamos dado un paso adelante, la historia se repite ante nuestras narices.

¿Os suena de algo esta escena?

miércoles, 13 de enero de 2016

La joya visual de "Palmeras en la Nieve".

¡Muy buenas tardes!

Estas pasadas navidades se estrenó en cines Palmeras en la nieve, la nueva producción española de la mano del director Fernando González Molina (Tres metros sobre el cielo, Tengo ganas de ti y Fuga de Cerebros), basada en la novela del mismo nombre de la escritora Luz Gabás (que por cierto dicen que es una maravilla).


El argumento combina dos tiempos de narración y dos grupos de personajes principales con relación entre sí. En el presente tenemos a Clarence (Adriana Ugarte), una joven que decide viajar a Guinea Ecuatorial tras encontrar unas cartas de su tío enfermo de alzheimer. En el pasado conocemos a Kilian (Mario Casas), que trabaja en una plantación de cacao en la antigua Guinea Española. No me atrevo a revelar más datos por miedo a hacer spoilers involuntarios.

Siendo sinceros, me decidí a ir a verla porque soy seguidora de Adriana Ugarte. Además, el tráiler me atrajo mucho visualmente, ya que le presto mucha atención a esos detalles que hacen que una película esté muy cuidada desde un punto de vista estético. Y puede que el hecho de que el cine fuera considerablemente más barato en la ciudad en la que estaba también influyera.

Mario Casas en un fotograma de la película

sábado, 7 de noviembre de 2015

Miedo de ser mujer

Se ve que últimamente estoy yo especialmente reflexiva, porque mis últimos posts están centrándose en mis propias opiniones sobre la vida que en temas más concretos, como moda o cine. No prometo que esto vaya a cambiar, al fin y al cabo es mi blog y yo decido (jeje).

En fin, hoy quería hacer una pequeña reflexión, aprovechando la marcha 7N que, entre otras cosas, defiende los derechos de la mujer, en lo erróneo que es el comportamiento de muchos hombres.
No pretendo generalizar, no todos los hombres hacen lo mismo ni todas las mujeres son ángeles celestiales, pero es algo que me toca muy de cerca (tan de cerca que me pasó anoche mismo).

Me parece muy triste que a una mujer, por el simple hecho de ser mujer, le de miedo ir sola por la noche. Triste e injusto. Sí, sí, siempre es un gesto amable el que nos escolten a casa por la noche, pero ¿cuál es la razón debajo de ese gesto? El miedo a que nos vaya a pasar algo.

Esa sensación de terror cada vez que vas andando sola por una calle solitaria y escuchas ruido detrás de ti. A mí, personalmente, me da miedo mirar atrás. Me da miedo cruzar la mirada con algún hombre que casualmente esté por allí. Y la culpa no es de ellos, ellos pueden ser inofensivos.

La culpa es de una sociedad que educa a las mujeres para que tengan cuidado, en vez de a los hombres para que no acosen, consciente o inconscientemente, en mayor o en menor medida, sexualmente a las mujeres por el simple hecho de ser mujer.

Porque ya me diréis la necesidad de mirar con gesto obsceno o soltar un “piropo” a una chica que va completamente sola por la calle, de noche. Aunque las intenciones no sean malas, el resultado final es catastrófico.

¿Para qué lo hacéis? ¿Os ha funcionado alguna vez? ¿Los hombres que hacen este tipo de cosas sienten la necesidad de demostrarse algo a sí mismos? Por favor, utilizad un poco más la cabeza, que para algo la tenéis.

Y vuelvo a repetir que no estoy generalizando, hay personas y personas en el mundo, y hombres maravillosos por ahí desperdigados.

Pero necesitaba quejarme de una situación que me toca sufrir todos los fines de semana, cuando vuelvo a casa sin nadie que me acompañe.


S.